La importancia de este documento radica en que se convierte en una pequeña historia del arte colombiano a través de la mirada constante de Walter Engel (1908–2005), historiador y crítico austriaco radicado en Colombia entre 1938-65. Engel defiende la tesis de una modernidad en el arte colombiano que empieza en 1934. Sus escritos sobre arte a partir de 1942, en especial para la Revista de las Indias —órgano cultural del Ministerio de Educación—, hacen un seguimiento al estado de las artes plásticas durante la década de los cuarenta cuando conviven la academia, americanistas y modernos y la década siguiente que consolida a los “modernos”. Engel hace una relatoría de lo acontecido en el Salón Nacional de Artistas de Colombia y narra lo acontecido en materia de exposiciones, surgimiento de espacios artísticos y artistas. En su crónica se destaca a los artistas colombianos Ignacio Gómez Jaramillo (1910–70), Pedro Nel Gómez (1899–1948), Luis Alberto Acuña Tapias (1904–84) y Carlos Correa (1912–85) como iniciadores de una nueva pintura colombiana; son ellos quienes marcan la época de acaloradas discusiones sobre el arte moderno. En su texto, se pone en destaque, además, la aparición de los artistas Enrique Grau (1920–2004), Guillermo Wiedemann (1905–69) y, en especial, Alejandro Obregón Rosés (1920–92). Engel reseña, inclusive, aquellas exposiciones que (entre 1946–49) se “rebelan” contra la academia.