Este texto es parte integral de la polémica iniciada con un artículo de la crítica de arte Marta Traba bajo el título “El arte latinoamericano: un falso apocalipsis”, publicado en el suplemento Papel Literario de El Nacional de Caracas el 2 de mayo de 1965 [véase doc. no. 799377]. La polémica continúa hasta aproximadamente el mes de septiembre de ese mismo año y participan como principales exponentes venezolanos J. R. Guillent Pérez, Alejandro Otero, Roberto Guevara y Alirio Rodríguez, además de ella. La discusión se extendió a otros medios de comunicación, tales como la Revista Nacional de Cultura, apariciones en radio y televisión, además de la asistencia a conferencias y debates.
Este artículo del poeta venezolano Ludovico Silva (1937–88), de formación filosófica, si bien no aporta una tesis nueva al debate, trae a la luz la extensión y el impacto en el mundo cultural de su país que tuvieron los conceptos emitidos por Traba sobre la “despersonalización” de los artistas latinoamericanos contemporáneos y su “mimetismo” con las vanguardias europeas. Algunos intelectuales se sienten impulsados a la casi obligatoria defensa por la acusación que esta hace (de dicha despersonalización) a importantes artistas venezolanos (Jesús Rafael Soto, Alejandro Otero), considerados por la mayoría de la sociedad venezolana como las “puntas de lanzas” del mundo artístico de los años sesenta.
El texto de Silva apoya la dimensión y concepción “universalista” del arte; uno de los planteamientos principales de esta controversia sostenida por la mayoría de los otros escritos realizados por artistas y críticos venezolanos.