En 1958 Industrias Kaiser Argentina (IKA), con sede en la provincia de Córdoba, inicia un proyecto de difusión del arte con la creación del I Salón IKA. La organización comienza por convocar solamente artistas cordobeses aunque, en las cuatro ediciones siguientes, la propuesta se extenderá a algunas otras provincias del interior del país. En 1961, IKA decide ampliar la propuesta a nivel nacional y organizar un certamen de pintura de carácter bienal, con proyección internacional. Estas Bienales Americanas de Arte (BAA) servirán a IKA como medio de promoción, a la vez que ponían de manifiesto la política panamericanista de la empresa, respaldada y promovida por la OEA, a través de la Unidad de Artes Plásticas dirigida por José Gómez Sicre (1916-91).A partir de la II Bienal, comenzaron a realizarse de forma simultánea al certamen internacional, los llamados “actos paralelos”. Los mismos consistían en exposiciones, conferencias, jornadas de diversas disciplinas, etc., que, si bien formaban parte del contexto de las Bienales, eran realizados en otros espacios de la ciudad. Durante la III BAA, el Centro de Arte Experimental de la Escuela de Artes de la Universidad de Córdoba, realizó las Primeras Jornadas de Música Experimental. Esta inclusión tenía por finalidad mostrar los resultados de las nuevas experiencias llevadas a cabo por músicos latino-americanos. El acento estuvo puesto no sólo en la renovación individual, sino en la posibilidad de que los compositores del continente pudieran acercarse a las tareas de renovación del lenguaje musical (a través de diversos medios y materiales) desarrolladas por otros colegas. Asímismo, fueron excluidas tanto aquellas escuelas que, aunque contemporáneas, debido a la constitución de sus reglas y principios, formaban parte del patrimonio histórico de la música, como aquellas otras experiencias, en algún momento novedosas, las cuales, en el marco de las Jornadas, ya podían considerarse clásicas. De esta manera fue organizado un simposio con temas relativos a las Jornadas, además de conciertos donde fueron presentadas las obras de los diferentes participantes. Esto permitió completar y mostrar los nuevos alcances del panorama musical contemporáneo del continente. En el documento se invita a participar de las Jornadas los días 12, 15, 16 y 19 de octubre de 1966, en el Cine Centro República de la ciudad de Córdoba. Participó de las Jornadas un gran número de músicos tanto nacionales como internacionales. Horacio Vaggione, Virgilio Tosco, Carlos Ferpozzi, Pedro Echarte, Graciela Castillo, Oscar Bazán, César Franchisena y Ornella Ballestri, por el Centro de Música Experimental de la Universidad de Córdoba; Edgardo Cantón, cordobés residente en París (integrante del Groupe de Recherches); Jorge Arandia Navarro, César Bolaños (peruano), Mariano Etkin, Miguel Ángel Rondano y Gerardo Gandini, por el Centro Latinoamericano de Música Experimental (CLAEM); Juan Carlos Paz, Nelly Moretto y Mauricio Kagel, Grupo Nueva Música; Antonio Taurillo y Armando Krieger, Teatro Colón; Francisco Kröpfl, Instituto de Fonología Musical de la Universidad de Buenos Aires. Dentro del contexto específico de los EE.UU., también fueron invitados Mario Davidowsky y Alcides Lanza—argentinos residentes en Estados Unidos—, becarios del Centro de Música Electrónica de la Universidad de Columbia y Princeton de Nueva York y el director del mismo Centro: Valdimir Ussachevsky; Hilda Dianda y Aurelio de la Vega, Departamento de Música de San Fernando Valley State College de Northridge de California; los norteamericanos Herbert Brunn, Salvador Martirano y Lejaren Hiller, Estudio de Música Experimental de la Escuela de Música de la Universidad de Illinois; Gordon Mumma, Cooperative Studio for Electronic Music de la Universidad de Michigan en Ann Arbor; Gerald Strang, Music Department California State College Long Beach; Edgar Valcarcel (peruano), Hunter College de Nueva York; José Vicente Aznar, Laboratorio de Fonología Musical de Caracas; Morton Feldman y Christian Wolf. Por otra parte, se invitó al alemán Ernst Krenek, además de contarse tanto con el envío de John Cage (1912-92), músico experimental de Estados Unidos y director musical del Merce Cunningham Dance Company New York como con la presencia del norteamericano Earle Brown del Groupe de Recherches de París.