Hugo Parpagnoli, crítico de arte, era el director del Museo de Arte Moderno al momento de esta muestra, en la cual se señala la difusión del arte pop en Buenos Aires como estética de la gran urbe, a mediados de los años sesenta. Luis Fernando Benedit (1937) y Vicente Lucas Marotta (1929-1994) —posteriormente vinculados al arte de concepto del llamado Grupo de los Trece, patrocinado por el Centro de Arte y Comunicación (CAyC)— presentan una ambientación de 200 m2 intitulada Barbazul. Los espectadores la recorrían siguiendo un guión, ambientado con música de Miguel Angel Rondano, entonces becario del Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales (CLAEM) del Instituto Torcuato Di Tella. Los personajes del cuento tradicional de Charles Perrault fueron hechos en chapa galvanizada y hojalata (Benedit) y en cemento con estructura de hierro y metal desplegado (Marotta), posteriormente laqueados y esmaltados en colores. Esta ambientación se relaciona con otras de la misma época, como La menesunda (1965, Marta Minujin y Rubén Santantonín), Importación-exportación (1968, Marta Minujin), Terranautas (Lea Lublin, 1969).
Tanto Benedit como Marotta comparten una fuerte ironía y humor en sus realizaciones de esa década, conservándola el segundo en su obra de los años setenta. Benedit, por el contrario, al regreso de su beca a Roma (1968), comienza lo que será definitorio de su carrera: la experimentación del “hábitat artificial”. Marotta, alejado del CAyC a mediados de los setenta, realiza esculturas paródicas hasta que abandona la práctica artística por fuertes depresiones. Finalmente, el artista fue internado en un hospicio, en 1986.