Aldo Paparella (Minturno, Italia, 1920 - Buenos Aires, Argentina, 1977), combatiente de la campaña de África en la Segunda Guerra Mundial, fue prisionero en Francia. Paparella llegó a la Argentina en 1950, convirtiéndose en renovador de la escultura no figurativa e informalista. A fines de los años cincuenta, con la serie Sugerencias, ensambla materiales de desecho. La utilización agresiva de la chapa convierte la materia en algo informal y Paparella comienza a pensar a partir del objeto, más que desde una concepción tradicional del lenguaje escultórico. Esto lo desarrolla en los Muebles inútiles. A comienzos de los años setenta, realiza, con materiales pobres, los Monumentos inútiles, su obra más significativa.
Libero Badii (Arezzo, Italia, 1916 - Buenos Aires, Argentina, 2001) desarrolló, principalmente, una escultura de significado simbólico. En la década de cincuenta, su obra recibe el impacto formal del arte precolombino, luego de viajar por América Latina. Elaboró el concepto "lo siniestro", tanto como una forma de conocimiento como también de sentir. Denomina Almataller a su taller de artista.
Documento de importancia para comprender la relación entre ambos escultores, ya que nos acerca, a fines del setenta, a una de las redes generalmente olvidada dentro del arte argentino de los años cincuenta: aquella generada en torno a escultores de distinta resolución formal en sus obras, además de ser defensores de estéticas aparentemente enfrentadas. Sin embargo, pensaban entre ellos sus obras diversas, unidos ya sea por un origen itálico común o bien por elección de un lenguaje artístico (la escultura) donde cobra importancia el dominio técnico. La idea de una cotidianidad entre los escultores, la considero ser fundamental para comprender el derrotero de la escultura. Este texto de artista, dedicado a otro artista, penetra al meollo del asunto.