Estas notas de viaje escritas por el arquitecto, pintor y fotógrafo Julio Bertrand Vidal (1888–1918), son una selección del libro Julio Bertrand Vidal: La mirada recobrada, fotografías, 1905–1918 (publicado en 2004), resultado de un proyecto de conservación, investigación y puesta en valor, organizado por Pelagia Rodríguez (n. 1958), arquitecta y bisnieta de Bertrand. Además del libro hubo exposiciones itinerantes por: Santiago, Frutillar, Valparaíso, París y Barcelona. Hasta antes de este estudio, la faceta de fotógrafo de Bertrand era desconocida, no obstante sus imágenes permiten enfocar la vida entre siglos. Las fotografías retratan su vida íntima, viajes y exploraciones artísticas, ya sea con el desnudo femenino o masculino; su enfoque fotográfico lo desarrolló de forma metódica, haciendo registros en un cuaderno que organizaba cada imagen. Con una cámara estereoscópica hizo alrededor de 2000 fotografías, en que ingresaron al acervo de la Biblioteca Nacional (2014). La fotografía estereoscópica genera un efecto en tercera dimensión mediante la utilización de un visor especial que registra dos imágenes y las combina produciendo una sensación de profundidad.
Bertrand se formó como arquitecto en L'École Spéciale d'Architecture de París, donde obtuvo su título en 1910. Al año siguiente regresó al país y prontamente se sumó al despacho del arquitecto Émile Jéquier, su primo. Era uno de los estudios más destacados, ya que Jéquier fue conocido como “el arquitecto del Centenario”. Con motivo de la conmemoración, el Estado de Chile encargó una serie de obras públicas, siendo el responsable del Palacio de Bellas Artes que acoge al Museo Nacional de Bellas Artes. Involucrarse en este proyecto le permitió encontrarse con Pedro Prado (1886–1952), escritor, arquitecto y pintor de oficio; ambos fundaron una sociedad de arquitectura definida como “la antesala de Los Diez,” grupo de intelectuales (escritores, escultores, pintores, arquitectos y músicos) que impulsaron el panorama cultural de inicios del siglo XX en Chile. Se caracterizaron por ser una asociación cuyo principal objetivo era desarrollar el arte desde las disciplinas que cada integrante representaba con una idea de libertad y compartir posturas frente a su contexto sociohistórico. [Para mayor información véase el Archivo Digital ICAA “Los pintores en el grupo de los Diez” escrito por de Gaspar Galaz (765424)].