La modernización de las artes en la Argentina tuvo, en la década de veinte, una de sus etapas principales. Posteriormente a los artistas vinculados a la revista Martín Fierro —Emilio Pettoruti (1892-1971), Xul Solar (1887-1963) y Norah Borges (1901-98)— surgen, hacia el final de la década, tanto la acción de Alfredo Guttero (1882-1932) como la de los Artistas del Pueblo con el grabado político social y la actividad local de los artistas formados en París: Aquiles Badi (1894-1976), Horacio Butler (1897-1983), Héctor Basaldúa (1895-1976), Raquel Forner (1902-88), Alfredo Bigati (1898-1964), Antonio Berni (1905-81), y Lino Enea Spilimbergo (1896-1964). En este proceso de modernización el enfrentamiento se planteaba contra los artistas de la “tradición” practicante de un naturalismo posimpresionista.
Atilio Chiappori, director del Museo Nacional de Bellas Artes, era defensor de esta estética figurativa definida como el “arte nacional”. Este texto se relaciona con aquel que poco después publicó, en el mismo medio, el escultor Pedro Zonza Briazo, “El momento actual en la escultura” (registro no. 767888). Zonza se expresaba sobre la escultura en los mismos términos que Chiappori acerca de la pintura.
Los artistas modernos, encabezados por Butler, publicaron una carta abierta criticando este artículo (registro no. 790317), mientras Berni publica un artículo de fuerte crítica a ambas posiciones: “Cada uno en su lugar” (registro no. 732982).