Ensayo de Emilio Harth-Terré (1899–1983), arquitecto e historiador peruano, en forma de carta abierta al pintor nacido en Arequipa (n. 1949) Bill Caro. Harth-Terré fue uno de los principales impulsores del estilo neocolonial que dominó la arquitectura en las décadas de los treinta y cuarenta en el Perú. Hizo proyectos urbanísticos en esta línea (la mayoría irrealizables), los cuales pretendían modificar la traza antigua de Lima, conservando en lo posible su “esencia virreinal”. Harth-Terré realizó numerosos trabajos de restauración de inmuebles históricos, desarrollando una labor muy influyente como investigador de la arquitectura inca y colonial.
Uno de los rasgos principales de la escena artística limeña en la década de los setenta es el abandono de las vanguardias experimentales y el retorno a la figuración. Se consolidan, entonces, tanto el surrealismo académico como el hiperrealismo que enfatizan la destreza técnica. Representante destacado de la segunda tendencia es el pintor peruano Bill Caro, quien realizó varias series pictóricas en esos años, vía la poética del deterioro con imágenes de barriadas limeñas, de cementerios de automóviles o de algunas ruinas edificadas en el casco antiguo de la ciudad. A partir de modelos fotográficos, tales cuadros incorporaban tratamientos monocromáticos y efectos de texturas para subrayar el paso del tiempo. En la década de los ochenta, Caro se mantuvo dentro de la tendencia hiperrealista, aunque orientado a un naturalismo más convencional, en la línea de la gran tradición flamenca del siglo XVII.