En 1910 hubo dos exposiciones donde intervienen artistas uruguayos y argentinos; por un lado, la gran Exposición del Centenario realizada en Buenos Aires (entre septiembre y noviembre) y, por el otro, la IV Exposición del Círculo de Fomento de Bellas Artes de Montevideo realizada ese mismo año (entre enero y febrero). Si la primera mencionada fue una muestra presentada de manera monumental —en el marco de una exposición internacional de industrias y afines con notable repercusión sociopolítica—, la exposición uruguaya fue bastante modesta y provinciana. Estuvo montada en las salas del Pabellón de Higiene del Parque Urbano, el cual, al año siguiente, se transformó en la sede del Museo Nacional de Bellas Artes, espacio cultural fundado bajo la dirección del pintor Domingo Laporte (1855–1928).
De Argentina hay varios artistas representativos del momento, especialmente los pertenecientes al grupo Nexus, integrado por los pintores Pío Collivadino (1869–1945), Fernando Fader (1882–1935), Justo Máximo Lynch (1870–1953), Cesáreo Bernaldo de Quirós (1879–1968), Carlos Pablo Ripamonte (1874–1968), Alberto María Rossi (1879–1965), y por los escultores Arturo Dresco (1875–1961) y Rogelio Yrurtia (1879–1950). En 1907, dicho grupo había organizado una exposición de pintura argentina en un salón de la calle Florida, contribuyendo al impulso que otras organizaciones como la Sociedad Estímulo de Bellas Artes estaban otorgando a muestras grupales desde 1901.
En ocasión de la IV Exposición del Círculo de Bellas Artes de Montevideo, los artistas del grupo Nexus que intervienen son Collivadino, Lynch, Rossi, Ripamonte y de Quirós. A su vez, la participación uruguaya da énfasis a los más jóvenes, como Carmelo de Arzadun (1888–1968), Domingo Bazzurro (1886–1962), Carlos Alberto Castellanos (1881–1945), Andrés Etchebarne Bidart (1889–1931) y Guillermo Rodríguez (1889–1959), todos ellos pintores de una profusa producción, sobre todo en la tercera y cuarta década del siglo XX. Entre los llamados “mayores”, figuraban Emilio Beretta (1875–1935), fundador en 1930 de la Sociedad Amigos del Arte y organizador de tertulias artísticas desde principios del siglo XX; Pedro Blanes Viale (1878–1926), quien tuvo una prestigiosa trayectoria como artista y docente en la Escuela Industrial; así como Carlos María Herrera (1875–1914), cofundador y director de la Escuela del Círculo de Bellas Artes de Montevideo. Entre los escultores de entonces, figuraban ya dos jóvenes de destacadísima actuación después de 1920: Bernabé Michelena (1888–1963) y José Luis Zorrilla de San Martín (1891–1975).