El maestro Joaquín Torres García (JTG) llega a Montevideo fustigando a diestra y siniestra la actitud de los artistas uruguayos. Enemigo de las sindicalizaciones, de las agrupaciones carentes de sustento místico-doctrinal, de las partidizaciones políticas, de los concursos y de las academias, su prédica adopta, desde el principio, una estrategia de choque, de confrontación a todos los niveles. Ella es también una exhortación a “cambiar de plano”; es decir, a abandonar todo lo aprendido y todo apego a la mímesis figurativa para centrarse en el problema de “lo plástico” que es, a su juicio, esencial. En él prima la idea de “Estructura” y sus derivados, el sentido armónico de la totalidad, el equilibrio: “El arte ha de estar en la geometría, en la arquitectura, en lo abstracto de sus elementos, pues ha de ser universal”. Atendiendo esta propuesta, JTG invoca al arte africano que “está en el tono”, que “está en lo abstracto” y que no está en lo aprendido, “sino en lo que se sabe sin aprender”. Esta reivindicación de un primitivismo moderno (“hay que ser primitivo en el siglo XX”) tiende al reencuentro de la Gran Tradición universal, al encuentro de una “virginidad perdida” cuyo fantasma lo incita poniéndolo en conflicto radical con novedades y frivolidades de la modernidad. [Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos escritos por Joaquín Torres García: “Con respecto a una futura creación literaria” (730292); “Lección 132. El hombre americano y el arte de América” (832022); “Mi opinión sobre la exposición de artistas norteamericanos: contribución” (833512); “Nuestro problema de arte en América: lección VI del ciclo de conferencias dictado en la Facultad de Humanidades y Ciencias de Montevideo” (731106); “Introducción [en] Universalismo Constructivo” (1242032); “Sentido de lo moderno [en Universalismo Constructivo]” (1242015); “Bases y fundamentos del arte constructivo” (1242058); y “Manifiesto 2, Constructivo 100%” (1250878)].