El pintor y crítico Francisco Da Antonio (n. 1930) compendia de forma cronológica la obra de la artista venezolana Martha Cabrujas (n. 1946), con motivo de su primera muestra individual, presentada en la Sala de Exposiciones de la Plaza Bolívar (1973). Hubo tres muestras previas de poca trascendencia en institutos académicos, siendo, casi, de carácter “íntimo”, según señala el crítico. A pesar de no ser mencionado en el texto de catálogo, el tema principal de la exposición es rendir tributo a la obra de Hyeronimus Bosch [El Bosco], presentando un bestiario fantástico en torno a figuras zoomorfas y monstruos vegetales. Sin ambages, Da Antonio la califica como la representante más importante de la cerámica contemporánea en Venezuela. Compara su aparición de Cabujas en el mundo del arte contemporáneo de Venezuela con la de Mario Abreu; por la riqueza simbólica, lírica, onírica, mítica y surreal de su obra. Se da especial relevancia a la influencia que ejerce su propio carácter en su propuesta artística, dado que —a pesar de tener una personalidad “avasallante”— no busca alcanzar notoriedad ni destacar como figura de “primera línea”, sino tan sólo realizar un trabajo honesto y desinteresado. Es de vital importancia, para comprender la obra de Cabrujas, el concepto esbozado por ella y recogido por Da Antonio, sobre la “Escultura Cerámica”. Bajo ese término desaparecerían los rasgos de la cerámica tradicional para comenzar a trabajar el barro sin ningún sentido utilitario ni tampoco decorativo.