Este ensayo del crítico y pintor español Antonio Fernández Molina (1927–2005) acerca de la obra de Marisol [Escobar] (n. 1930), apareció publicado en el suplemento Papel Literario del diario El Nacional en 1971. Destaca por ser de un reconocido autor del mundo de la lengua castellana y con él se plasma un punto de vista extranjera y, de algún modo, extraño a su obra. A lo largo del texto, Fernández Molina declara su profunda admiración por la obra de la escultora venezolano-norteamericana nacida en París, siendo esencial la universalidad de su pensamiento, captada a pesar de no ser familiar para el público peninsular. Muestra una marcada influencia, en cuanto a interpretación y conceptos, de la introducción elaborada por José Ramón Medina para la publicación monográfica Marisol (Caracas: Armitano, 1968), publicada tres años antes. Se pone en evidencia que la principal fuente utilizada por Fernández Molina fue este texto; de hecho, en una ocasión lo cita literalmente. Ambos, siendo escritores y poetas de profesión, presentan estilo similar. A Fernández Molina le es difícil encasillar la obra de Marisol, a diferencia de lo que generalmente ocurre ubicándola dentro del Pop-Art; esto es, considera que su obra va más allá de las simples clasificaciones y puede llegar a ser tanto Pop como expresionista o surrealista, etc.
Cabe destacar que, para el momento de la publicación del ensayo, Marisol aún no había expuesto individualmente en Venezuela, motivo por el cual al público venezolano puede resultarle poco familiar su obra, todavía.