La cualidad más relevante que la curadora y crítica Katherine Chacón (n. 1964) encuentra en la obra de Gaudí Esté (n. 1947) es su vínculo estrecho con la crítica social; una vertiente que la autora considera escasamente trabajada dentro de la crítica contemporánea del arte en Venezuela. En su texto, más que en los contenidos simbólicos y estéticos de las obras de Esté, Chacón se enfoca tanto en la resolución plástica como en la correcta ejecución técnica de dichas obras. Otros textos de diversos autores sobre la obra de Esté se centran en el discurso plástico en torno al “poder” y sus manifestaciones [véase los casos de Eduardo Planchart Licea, “Las formas del poder” (Caracas: MACCSI, 1991) y María Elena Ramos, “Tallar el poder”, (Caracas: Galería Freites, 1987)]. A su vez, Chacón tiene en mira las contenidos temáticos de crítica social creados por Esté, los cuales, a su parecer, se expresan en las figuras humanas e híbridas. La evolución iniciada con sus primeras tallas (expuestas ya en 1982) se convirtió en tema común a todos los textos relativos a la segunda etapa de su producción escultórica, caracterizada por el detalle en la talla de las figuras individuales; de hecho, este ensayo de Chacón no es la excepción. Han quedado atrás comparaciones con la obra de Marisol [Escobar] (como la escrita por Roberto Guevara, “Para iniciar la ceremonia”, Galería Minotauro, 1982), y ahora la obra de Esté incorpora un nuevo discurso en el que ha dejado atrás la uniformidad de lo colectivo, para profundizar en contenidos temáticos y simbólicos de lo individual. Todo esto queda perfectamente reflejado en el texto de Chacón.