La primera instalación en una sala permanente de la Reticulárea (1969) de la artista venezolana de origen alemán Gego (Gertrud Goldschmidt, 1912–1994) fue profusamente divulgada en la prensa nacional por tratarse de un importante acontecimiento. Esta reseña de la periodista y poetisa venezolana Maritza Jiménez (nac. 1956) suministra datos importantes; especialmente para efectos del historial de la Reticulárea, aunque algunos de ellos necesiten ser aclarados o precisados debidamente. Se tenía previsto abrir la sala a fines de ese año, ya que Jiménez la anuncia para el 11 de noviembre, pero el proceso de instalación se demoró más de un año. Según la investigación realizada por Ester Crespin (nieta de Gego) para su Biografía de la Reticulárea (en proceso de edición) sucedió de la manera siguiente. En 1979 se asigna finalmente el sitio que va a ocupar Reticulárea de modo permanente. Gego comienza a proyectar el espacio en la GAN (Galería de Arte Nacional). Propuestas, diseños, planos y detalles se presentan en un proyecto de los arquitectos Wenceslao López y Marisa Almiñana para el acondicionamiento de la sala con los medios adecuados para que así se obtengan condiciones ideales de seguridad, iluminación, estructura y configuración, lo más apropiado a los efectos que Gego desea lograr con la obra. Por una razón u otra, entre planos y asignaciones, dicha propuesta permanece sin ejecución. Entonces (hacia 1980) se inicia definitivamente el montaje de la Sala Gego en la GAN con la participación de Dix Branch, arquitecto y diseñador. Meses después, la sala queda lista para instalar por fin la Reticulárea y el 29 de marzo de 1981 se abre al público.
En relación al “Diccionario” mencionado por Jiménez —dato que seguramente le suministró Gego, pues el libro consta en la biblioteca personal de la artista—, cobra importancia dentro de la información aparecida en esta nota periodística. Sin embargo, es preciso aclarar que no se trata de un diccionario en sí, sino del libro Basic Spanish. Essentials for Mastery de Edward E. Settgast y Gerald F. Anderson (New York, Evanston, San Francisco, and London: Harper & Row Publishers, 1971). Inclusive, la noticia afirma que la obra ha sido expuesta “en varias partes del mundo”. Es un hecho conocido que la única exposición realizada fuera de Venezuela de Reticulárea (1969) fue ese mismo año en el Center for Inter-American Relations, en Nueva York. De que se tenga noticia, la obra gueguiana jamás salió del edificio del Museo de Bellas Artes de Caracas (sede provisional de la GAN durante muchos años). A pesar de tales errores y exageraciones, típicos del género noticioso, la reseña de Jiménez posee un contenido valioso, ya que en ella también se reproduce la frase de Gego donde afirma estar contenta “porque la Reticulárea al fin tendrá un hogar”. Eso es indicativo de la necesidad que veía la artista de un “sitio específico” donde se fijara esta “obra de lugar”.
Traducida al inglés por Paulette Pagani en 2010, esta reseña forma parte de los documentos seleccionados para el libro bilingüe Desenredando la red. La Reticulárea de Gego. Una antología de respuestas críticas / Untangling the Web: Gego’s Reticulárea. An Anthology of Critical Response de María Elena Huizi y Ester Crespin (orgs.) —en proceso de edición por The Museum of Fine Arts, Houston y la Fundación Gego, Caracas.