La Reticulárea (1969) de Gego (Gertrud Goldschmidt, 1912–1994), la artista venezolana de origen alemán solamente viajó una vez al exterior, para la exposición Latin American New Painting and Sculpture. Juan Downey, Agustín Fernández, Gego y Gabriel Morera [Nueva pintura y escultura latinoamericana. Juan Downey, Agustín Fernández, Gego y Gabriel Morera] en el Center for Inter-American Relations Art Gallery, Nueva York. En 1982, Gego viajó a Fráncfort para montar otra Reticulárea, conocida como Reticulárea Alte Oper (1982). La obra fue montada en la exposición colectiva Spielraum-Raumspiele [Área de juego/Espacio lúdico] realizada en la Alte Oper de Fráncfort. A su regreso a Caracas, Gego mantuvo correspondencia con el arquitecto Christian Thiel, quien la había ayudado en el montaje. Esta carta contiene información que atañe al historial y localización de las obras de Gego. Según le informa Thiel en esta correspondencia, el embalaje y resguardo de la Reticulárea (1982) fue hecho con extremo profesionalismo por él y su equipo. No obstante, por alguna razón u otra, la Reticulárea (1982) nunca regresó a Venezuela. Ester Crespin —en su “Biografía de la Reticulárea” escrita especialmente para el libro Desenredando la red. La Reticulárea de Gego. Una antología de respuestas críticas / Untangling the Web: Gego’s Reticulárea. An Anthology of Critical Response de María Elena Huizi y Ester Crespin (orgs.), en proceso de edición por The Museum of Fine Arts, Houston y la Fundación Gego, Caracas— afirma lo siguiente: “En 1982, el crítico Dietrich Mahlow, amigo de Gego, quien residió por unos años en Venezuela, hace una investigación sobre cien años del metal en la plástica de 1880 a 1990 (de la cual deriva la muestra en Alemania Spielraum-Raumspiele en la Alte Oper de Fráncfort) y una nueva Reticulárea es expuesta en el Salón Liszt (…).Unos meses más tarde, la obra es desmontada y reembalada por la misma persona que montó la exposición, el arquitecto Christian Thiel y sus ayudantes. Ya embalada desaparece y no es posible ubicarla; no regresa nunca a Venezuela y no hay quien se responsabilice por ella. En 1987 el cónsul general de Venezuela en Alemania, Paulino Paredes, quiere donar una obra de Gego a su ciudad natal, Hamburgo. Ella aprovecha esta petición para insistir, a través del consulado, en la búsqueda de la obra desaparecida, sin resultados positivos, hasta la fecha; ni siquiera de algún pedazo se ha tenido noticia. La Reticulárea, expuesta en el salón Liszt, ha desaparecido, pareciera que total y permanentemente”.