En setiembre de 1966, el (IAC) Instituto de Arte Contemporáneo de Lima celebró su décimo aniversario presentando una exposición del pintor chileno Roberto Matta (1911–2002).
Junto con los comentarios referidos a la obra del artista, el catálogo respectivo incluyó como falsa carátula un pliego con otros tres textos —de Manuel Mujica Gallo, Carlos Rodríguez Saavedra y Manuel Ulloa [véase en el archivo digital ICAA de Mujica Gallo “Justificación y autocrítica” (doc. no. 1141631)]— los cuales resumían la trayectoria de la institución y su aporte a la escena artística local. En ellos se trazaron los lineamientos que habían guiado esta entidad desde su fundación (11 de junio de 1955) como sucesora de la Galería de Lima. Al igual que su precedente, el IAC constituyó un factor clave para dinamizar y poner en contacto a la escena local con los desarrollos artísticos cosmopolitas, por medio de exposiciones de artistas nacionales y extranjeros, además de conferencias, publicaciones y debates. Al mismo tiempo, promovió la revalorización estética del arte precolombino, aunque interpretado desde un punto de vista moderno; a este respecto, su exposición inaugural se dedicó a textiles pintados del antiguo Perú. La institución aglutinó a un grupo de intelectuales y empresarios privados cuyo patrocinio suplió la falta de subvención estatal en el campo del arte contemporáneo. Dos años después de la publicación del presente catálogo, el golpe militar de Juan Velasco Alvarado (1968) interrumpió dicho proceso. En la actualidad, el IAC ha retomado su labor impulsando el proyecto de creación del MAC (Museo de Arte Contemporáneo) de Lima.