Reseña del arqueólogo y crítico de arte peruano Jorge C. Muelle sobre la exposición del pintor José Sabogal realizada en el Country Club (Lima, 1940). El autor considera que, dados los últimos acontecimientos bélicos mundiales, se ha acentuado la proximidad entre las dos Américas, no sólo en el plano político y económico, sino también en el cultural. Prueba de ello es el naciente interés de algunas entidades norteamericanas por el arte peruano contemporáneo, como el American Women’s Literary Club, entidad organizadora de la presente muestra. Las obras exhibidas mosstrarían “el maduro y grave colorido de una paleta que muchos se afanan de calificar de autóctona”. Para el autor, “Sabogal es personal”, “su arte puede recordarnos […] todas las escuelas de vigor constructivo. Su cultura pictórica va de Rivera a Gauguin y de Mantegna a Picasso”. Y añade: “bastante se ha hablado del indigenismo de este pintor, pero mucho más puede decirse de su hispanismo y modernismo”. Muelle denomina “moderno” o “contemporáneo” a aquel movimiento que nace como reacción al impresionismo, iniciado por Gauguin, Cézanne y Van Gogh, dedicados a la “revaloración de lo artístico o estético aún cuando se trate de lo salvaje”. Sin embargo, esta postura degeneraría en snobismo y por ello el arte actual habría regresado a los territorios técnicos de la pintura, en los que se ubica el “realismo purificado” de Sabogal. “La realidad del espacio y del objeto de la pintura de Sabogal no es entonces sólo algo necesario a su tipismo sino un ‘renacimiento’ de la pintura mundial”, por ello, afirma el autor, “el impulso de su creación es más que un hueco nacionalismo apoyado en el sensualismo de una forma y un color concretos y regionales”, es edificación y construcción basados en el “estado del alma que tiene sincero y profundo amor a la tierra”.