Este documento es pertinente en varios sentidos: constituye un registro de la primera muestra individual del pintor Marco Ospina (1912–83) y la mención de algunas de sus obras; además, sirve a la investigación de la historia del arte colombiano como guía básica. Se destaca allí que el balance corresponde a un período importante de la producción de Ospina, pese a ser inicial, dado su carácter pionero del arte abstracto en Colombia; y, finalmente, el texto ayuda a pensar los riesgos de determinadas propuestas indigenistas, americanistas y de contenido social, por las cuales se inclinó el artista referido.
Casimiro Eiger, crítico de arte de origen judío, llegó a Bogotá en 1946 tras la contienda bélica en Europa. Sus aportes al arte nacional fueron realizados a través de la radio; en concreto la Radiodifusora Nacional de Colombia, con ello alejándose de un medio de divulgación propio de la crítica de arte: la prensa escrita. Sus manuscritos, por lo tanto, constituyen la única fuente disponible para efectuar un seguimiento a su labor crítica en el país, ante la pérdida de registros sonoros. Valga señalar que Eiger, además de la crítica, desempeñó un importante papel en la fundación de las primeras galerías de arte en el país, dirigiendo durante varios años la Galería El Callejón, creando luego la Galería de Arte Moderno.