Esta carta aclara la estrecha relación entre el grabador puertorriqueño Lorenzo Homar (1913?2004) y los artistas colombianos Pedro Alcántara Herrán (nac. 1942) y Virginia Amaya Valdivieso (nac. 1954). Es un documento excepcional por las confidencias involucradas, las cuales permiten interpretar la postura política de Homar y su papel como “maestro de maestros”, al expresar sus consejos y opiniones en torno al TEGC (Taller Experimental de Gráfica de Cali) y los portafolios de grabado. Homar conoció a Alcántara Herrán en 1970, durante una muestra de este en la Galería El Morro (Viejo San Juan). Desde ese momento, su amistad crece con la realización conjunta de proyectos artísticos, y se consolidada por su afinidad ideológica de izquierda. Algunas cronologías afirman que Homar visitó Cali en dos ocasiones: en 1972, dictó un curso de serigrafía en el Museo de Arte Moderno La Tertulia —el mismo año en que iniciaron la edición de portafolios de obra gráfica patrocinados por la empresa multinacional Cartón de Colombia—, y en 1976, cuando Homar dirigió el Primer Portafolio Serigráfico del Museo La Tertulia, [según lo constata el “Boletín No. 94 por el Museo de Arte Moderno de la Tertulia”, véase doc. no. 1093256]. En dicho proyecto, Alcántara colaboró con la impresión de serigrafías de algunos participantes del evento con reconocida trayectoria artística: los escultores Édgar Negret (1920?2012) (1) y Enrique Grau (1920?2004), así como los pintores Juan Antonio Roda (1921?2003) y Luis Caballero (1943–1995).En la carta Homar les pide que socialicen sus opiniones sobre el portafolio, el taller y el Museo.
El Taller Experimental de Gráfica de Cali existió entre 1974 y 1976 y, al año siguiente (1977) se constituyó en el Taller Corporación Prográfica de Cali, bajo la dirección tanto de la gestora cultural María Eudoxia Arango como de Pedro Alcántara Herrán. La carta fue encontrada en el archivo personal de Alcántara, quien generosamente la facilitó para su estudio. Aunque no contiene la firma de Homar, Alcántara se cercioró de la dirección de residencia del artista puertorriqueño y la inconfundible caligrafía al margen de la segunda hoja donde completa una idea con la frase “Trabajamos un mes en un taller comercial”.