El texto (sin firma) fue publicado por motivo de la primera exposición individual del entomólogo y artista Leopoldo Richter (1896?1984) en el Instituto Cultural Colombo-Alemán (Bogotá). En 1935, Richter se radicó en Colombia como especialista de insectos membrácidos, siendo un investigador del Instituto de Ciencias Naturales. Su interés por el arte lo había desarrollado en Alemania como ilustrador de textos y mediante su contacto con el pintor Hans Thoma (1839–1924) así como a través de cursos con el arquitecto suizo Le Corbusier (1887–1965).
Las pinturas que Richter expuso, por primera vez en Bogotá, son representaciones tribales de personajes indígenas y escenas de su vida familiar y social. Las figuras estaban construidas mediante la articulación de planos geométricos y síntesis de las formas. Dichos recursos pictóricos eran comunes en la producción figurativa de los jóvenes artistas en los años cincuenta en Colombia; los cuales, apoyados en un discurso de valoración de la forma por encima de los componentes narrativos, consolidaron en el país el llamado arte moderno.
Es importante señalar la insistencia del autor del artículo en la acertada caracterización racial de los personajes indígenas en las obras de Richter; así como de la expresión de su dimensión humana manifestada en gestos y transmisión de emociones. Esta manera de interpretación dista de la que podría hacer un autor especializado de la época que estuviese más interesado en la “construcción formal” de las obras. No obstante, se torna problemático el modo como sus argumentos se sostienen en una percepción exotizante de las comunidades indígenas.