La pregunta que Arturo Bastidas formula en este documento —¿Qué es el Pop Art?—, surge a raíz de la publicación de una crónica sobre el XX Salón de Mayo realizado en París y luego publicada en la revista colombiana La Nueva Prensa (16 de junio de 1964). En dicha crónica, la periodista Alba Lucía Ángel (nac. 1939) había reflexionado sobre la muerte del arte abstracto y tanto el advenimiento como la consolidación de la pintura figurativa, incluyendo el Pop y el Surrealismo como nuevas tendencias (nt) de vanguardia en la producción artística en los Estados Unidos y en Europa. La respuesta que brinda la redacción de La Nueva Prensa se basa en los medios de utilización de referentes de la vida cotidiana (“afiches, carteles, etiquetas o cápsulas de botellas, señales ferroviarias o camineras, fotos de revistas agregadas a paquetes de cigarrillos, monos, caricaturas y cómics”), los cuales podrían considerarse comunes a la diversidad de propuestas catalogadas dentro del Pop Art. No obstante, la respuesta otorgada reconoce la dificultad existente para determinar una definición concreta.
Tanto los artistas norteamericanos y europeos señalados como las catorce imágenes de apoyo publicadas forman parte de los primeros referentes que el público colombiano comenzó a tener del llamado Pop Art. Tendencia a la cual, pocos años más tarde, serían vinculados algunos artistas colombianos, ya sea Santiago Cárdenas (nac. 1937), Beatriz González (nac. 1938) o bien Álvaro Barrios (nac. 1945). La primera referencia al Pop Art que se conoció en el país se dio a través del artículo “Pintura prosaica”, publicado en la revista Life en Español (25 de mayo de 1964).
Podría decirse que la respuesta dada en el presente documento, firmada con las iniciales LNP —correspondiente a La Nueva Prensa—, pudo haber sido escrita por la crítica argentina e historiadora del arte Marta Traba (1923–83), quien, en los primeros años de la década de los sesenta, participó activamente en la redacción sobre arte plásticas de La Nueva Prensa. La revista era dirigida por su esposo en aquella época, el periodista Alberto Zalamea (1) (1926?2011).