En "Rectificaciones sobre las artes plásticas en México", el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros expone sus opiniones sobre una serie de controvertidos asuntos relativos a la práctica artística mexicana y latinoamericana. Siqueiros propone una reforma del sistema de enseñanza de las artes en México, modificación mediante la cual la Escuela de Artes Plásticas se convertiría en museo y sus estudiantes en aprendices de pintores mexicanos en activo, cuyas obras serían adquiridas por el estado y expuestas en el museo. En opinión del autor, en vez de enseñar dibujo clásico, en las escuelas de primaria y secundaria debería enseñarse el dibujo técnico. Siqueiros critica también la reciente glorificación del arte popular, del arte “curioso mexicano”, del arte espontáneo y del arte producido por amateurs y niños. El autor define el arte popular como el arte de los pueblos indígenas conquistados, ya incapaces de producir obras del mismo esplendor que sus anteriores creaciones autónomas. Luego, declara que el arte indígena debería convertirse en tema de estudio, en vez de su primo bastardo, el arte popular. Según Siqueiros, el arte “curioso mexicano” es el arte que adopta el disfraz de identidad mexicana para atraer a los turistas, lo que refleja la incursión en México del capitalismo norteamericano. El autor advierte en contra de la incorporación de lo pictórico en lo figurativo e incluso en el arte abstracto, y también en contra del “esnobismo”, o arte que alude al modernismo europeo y que deviene en un inútil ejercicio intelectual. Siqueiros explica que, en el muralismo, la principal preocupación del pintor debe ser la integración de su pintura en el espacio arquitectónico, y critica la consideración que se da a los bocetos y a los trabajos inacabados, pues según él las obras deben considerarse en todos los aspectos por completo. Siqueiros comenta sobre la crítica de arte, y opina que de entre los elegidos de inteligencia aguda, solo unos cuantos pueden ofrecer una crítica del arte verdaderamente perspicaz y profunda. Por último, Siqueiros declara que el concepto sobre el “arte puro”, esto es, el arte que permanece emancipado de la lucha entre las clases sociales, no puede existir antes de la creación de un estado comunista, y explica que los artistas que evitan defender la causa del proletariado, con la intención de conservar la individualidad y los valores formales de su obra, meramente producen que arte burgués. Es por ello que la alternativa es combinar el estilo individual del artista con la representación de la razón y causa de las masas.