En “La arquitectura colonial en México”, el arquitecto y escritor mexicano Jesús T. Acevedo presenta la arquitectura y las artes coloniales como la base de la identidad artística mexicana moderna, y describe la formación de un particular estilo de arquitectura colonial en México. Acevedo declara que la arquitectura española importada al Nuevo Mundo era una amalgama de arquitectura árabe y diversos estilos europeos, y que cuando los planos arquitectónicos españoles eran interpretados por los artesanos y trabajadores indígenas de Sudamérica, las construcciones resultantes tomaron características propias del Nuevo Mundo. Luego, el autor resalta la destreza manual y la innata habilidad artesana de los obreros mexicanos, y sostiene que la integridad de los edificios coloniales, construidos con materiales locales de calidad, se debe a que fueron pensados para perdurar en el tiempo. Acevedo insta a los académicos y arquitectos mexicanos a estudiar la arquitectura colonial, y menciona varios ejemplos de edificios coloniales merecedores de análisis. Según el autor, la tradición de la arquitectura colonial, mezcla de la fusión de estilos y motivos europeos e indígenas, forma parte integral de la identidad mexicana. Y es a través de ese estudio y dedicación, afirma el autor, que las construcciones coloniales se pueden reintegrar en la arquitectura mexicana.