Tepoztecaconetzin Calquetzani fue el pseudónimo empleado por un autor anónimo (posiblemente o bien Nicolás Mariscal, director de la revista El Arte y la Ciencia, o el arquitecto Francisco Rodríguez) para publicar “Bellas Artes, Arquitectura, Arqueología y Arquitecturas Mexicanas" en la revista El Arte y la Ciencia. El artículo fue escrito como respuesta a las propuestas arquitectónicas de Luis Salazar, ingeniero que había presentado un diseño de inspiración precolombina para el pabellón mexicano de la Exposición Universal de París de 1889 y que, finalmente, colaboró en la construcción de la propuesta ganadora presentada por Antonio Peñafiel y Antonio de Anza, obra que Calquetzani critica en este artículo. Esta estructura, realizada en acero, combinaba la tecnología moderna con adornos que aludían al patrimonio mexicano, en vez de al futuro del país. Por otra parte, Luis Salazar había publicado, entre 1895 y 1899, diversos ensayos en los que proponía la creación de un estilo arquitectónico moderno que incorporase elementos prehispánicos. Uno de esos ensayos fue presentado por Salazar en el Congreso de Americanistas de 1895 con el título de “La Arqueología y la Arquitectura”. Los debates en torno a la relevancia de la inclusión de aspectos del pasado indígena mexicano en construcciones y materiales, por lo demás modernos, era un reflejo de la tensión presente en el país de la época, caracterizada por las tensiones entre la tradición y la modernidad y entre la cultura local y la llegada del cosmopolitismo europeo.