Manuel Gamio (1883–1960), considerado como el padre de la antropología mexicana, dedicó gran parte de sus esfuerzos a los indígenas americanos, ya que ayudó a establecer institutos indígenas nacionales en la mayor parte de países americanos, mejoró la calidad de vida indígena a través del desarrollo de servicios sanitarios, y publicó extensamente sobre las leyes y las costumbres indígenas. Gamio, que obtuvo varias titulaciones de la Universidad de Columbia, fue el primer académico en utilizar métodos científicos en trabajos arqueológicos en México. Ejerció también como director del Instituto Indigenista Interamericano desde 1942 hasta su fallecimiento. En su trabajo, Gamio desarrolló un método denominado “investigación integral”, que consistía en analizar la población y su entorno como temas holísticos. Este método tomaba en consideración la evolución a lo largo del tiempo y buscaba mejorar las vidas de sus sujetos. Su trabajo impulsó la modificación de la definición de indígena, al basar la identificación no solo según la raza o idioma, sino por la conservación de importantes elementos e instituciones prehispánicos. Más aún, puso de relieve el hecho de que la exaltación de las culturas indígenas a menudo servía para ocultar la explotación y degradación de esas comunidades. Este ensayo, titulado “Departamento de Bellas Artes”, fue publicado en Forjando Patria, colección de treinta y cuatro ensayos sobre las nacionalidades latinoamericanas, la vindicación de la clase indígena, la antropología, ciencia, historia y política. Publicado en 1916 durante la Revolución Mexicana (de 1910 a 1920 aproximadamente), el ensayo muestra la preocupación en torno a la identidad nacional mexicana y la viabilidad de integrar todas las facetas de la cultura mexicana, y entre ellas a las poblaciones indígenas.