A pesar de sus tres únicos números de existencia, la revista Malasartes circuló en Río de Janeiro entre los años de 1975 y 1976, ocupando un lugar de importancia en el panorama del arte brasileño por la calidad de sus integrantes y por su tónica cáustica en medio de los años más intensos de la dictadura militar que durará dos décadas (1964−85). La forman un grupo de artistas y críticos de arte que, con el paso del tiempo, vendrán a revelarse como figuras clave de su generación: críticos de arte como Luiz Paulo Baravelli (n. 1942) o Ronaldo Brito (n. 1949), quien abre el número inicial con un texto sobre “Análise do circuito”; y artistas como Rubens Gerchman (1942−2008), Carlos Zilio (n. 1944, y en esa época recién salido de prisión militar), Carlos Vergara (n. 1941) y el propio Cildo Meireles (n. 1948).
La intervención de Meireles se compone de fragmentos de texto acompañadas de imágenes de otros trabajos artísticos bajo una diagramación que establece el cotejo entre imagen y texto. Los trabajos que integra son: Quimera (1974), de Guilherme Vaz; Inserções em circuitos ideológicos 1, projeto Coca-Cola (1970), e Inserções em circuitos antropológicos (1971−73), además de Blind Hotland n. 3 (1971−73) del propio Cildo; Sem título (s/f) de Tunga, (acompañado de un testimonio); Desenho (1974) de Claudio Paiva; fragmentos de film de Quem acordar primeiro, por favor, me acorde!, de Sapore di sale, fragmentos de A estrela d’alva y A noite do Iguape (s/f) de Vicente Pereira; Ilha do Fundão (1969) de Humberto Costa Barros; Telas Brancas (1970) de Teresa Simões; Irmã (1975) de Artur Barrio; Sem título (s/f) de Alfredo Fontes (acompañada de comentario); Sem título (1973) de Luiz Alphonsus; Sad Young Man, Love/hurt, The crucifixion y Self-Portrait w/Jim (s/f) de Luiz Fonseca (acompañado de un pequeño fragmento de Silviano Santiago y de Luiz Fonseca).