Sérgio Romagnolo se destaca en el arte contemporáneo del Brasil desde la década de ochenta y, sobre todo, de la llamada Geração ‘80. Lo insólito del caso es que su obra no sólo quedó restringida a lo que comercialmente se llamó “regreso a la pintura” incentivado por galeristas en todo el mundo y como contraposición a todo el proceso experimental (sin ventas) de la década anterior. En un cotejo histórico, esto ya había sucedido en la Europa de la primera posguerra con el llamado “retour à l’ordre”. La singularidad de Romagnolo se debe a una indagación en soluciones tridimensionales que hurgan y tejen un comentario en torno a la escultura.
[Como lectura complementaria sobre este tema, véanse en el archivo digital ICAA, el texto de Jorge Guinle Filho (1947–87), “Papai era surfista profissional, mamãe fazia mapa astral legal: "Geração 80" ou como matei uma aula de arte num shopping center” (doc. no. 1110971). Uno de los críticos que más enfatizó la irrupción de dicha generación fue Frderico Morais; consúltese:
“Leonilson: a Geração 80 ficou para trás” (doc. no. 1110961); “Gute Nacht Herr Baselitz ou Helio Oiticica onde está você?” (doc. no. 1110957); y “Como vai você, geração 80? (Sinto-me como uma star, no palco, investindo no prazer)” (doc. no. 1111355)].