El texto se publicó originalmente en el encarte/catálogo/propuesta para la Exposição de Antonio Manuel (de 0 a 24 horas em todas as bancas de jornais),realizada en 1973. En esa ocasión, el artista conceptual se entromete en un periódico de Río de Janeiro de gran circulación para proyectar —a corta distancia del censor nocturno del gobierno— su obra desde esa instancia.
Desde la década de los cincuenta, el autor, Décio Pignatari (1927–2012), fue una de las figuras vertebrales que proyecta en Brasil una nueva propuesta poética donde el aspecto visual es preponderante, a partir de su “Manifesto de Poesia Concreta” (1961) escrito de modo conjunto con los hermanos Augusto y Haroldo de Campos. Además de ejercer actividades de publicidad y de crítica radical de arte, Pignatari es uno de los pioneros en el país en penetrar en los estudios semióticos; su tesis (FAU-USP, 1979) sobre la teoría de Charles Sanders-Peirce se publicó como “Por um pensamento icônico: semiótica da arte e do ambiente urbano”. Como teórico de la comunicación tradujo obras de Marshall McLuhan. Entre sus traducciones creativas penetró en obras clásicas (Dante, Goethe, Shakespeare).
[Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos: de Augusto de Campos, Décio Pignatari y Haroldo de Campos, publicado en Noigandres, “Plano-pilôto para poesia concreta” (1090135): y de Décio Pignatari, publicados en la revista A & D, “Arte concreta: objeto e objetivo” (1087349) y “Forma, função e projeto geral” (1090070)].
[En referencia a aspectos inherentes a esa estética concreta y enfoque derivados, vea de Oscar Niemeyer, “O problema social na arquitetura” (1110341); de Waldemar Cordeiro, “O objeto” (1086891) y “Teoria e prática do concretismo carioca” (1087287); de Theon Spanudis, “A pintura de Alfredo Volpi” (1085614) y “A pintura de José Antonio da Silva” (1110357); de Augusto de Campos, “Poesia concreta” (1090169); y de Eduardo Corona, “O testamento tripartido de Max Bill” (1110330)].
Innegable destaque en el medio artístico brasileño de finales de los años sesenta cobró Antonio Manuel (nacido en Avelãs de Caminho, Portugal, 1947) con una propuesta artística de gran tenor participativo, de cuño no solo político sino, en la medida de las circunstancias, subversivo incluso. Habrá que subrayar en este aspecto tanto su serie de “flans” (flanes, o sea, moldes de linotipo intervenidos frente a la censura nocturna del diario con mensajes mordaces de humor y critica al trasfondo dictatorial que vivía el Brasil) como Eis o saldo [He aquí lo que resultó de todo esto]. Para el Salão Nacional de 1970, postula su propio cuerpo desnudo como obra de arte, el mismo día de la inauguración del evento en el cual había sido rechazado. Produjo una serie de películas de cortometraje en esa época.
[Para más información, véanse los siguientes textos sobre el artista: del propio Antonio Manuel, “Bode; A exposição de Antônio Manuel de zero às 24 horas nas bancas de jornais” (1110565) y “Exposição de Antonio Manuel (de zero às 24 horas nas bancas de jornais)” (1111096); de Francisco Bittencourt y Manuel, “A arte abrange tudo. É uma experiência vital” (1111094); y de Hélio Oiticica, “Urnas quentes de Antonio Manuel” (1280644)].