A raíz del polémico fallo del XVII Salón de Artistas Nacionales (1965) se publicó el artículo “Luciano: a propósito de un Salón” en el diario El Tiempo, escrito por Gloria Pachón Castro. En él, el artista colombiano Luciano Jaramillo (1938-84) expresa sus opiniones sobre la decisión del jurado y la tendencia pictórica imperante en ese momento: la nueva figuración.
El veredicto del jurado del XVII Salón de Artistas Nacionales implicó un relevo generacional del arte contemporáneo en Colombia pues todas las obras galardonadas provenían de jóvenes artistas: en pintura, Norman Mejía (n. 1938), Beatriz González (n. 1938), Carlos Rojas (1933–97), Gastón Betelli y Antonio Grass; en escultura, Feliza Bursztyn (1933-82); y finalmente en dibujo, Pedro Alcántara (n. 1942). Ante las declaraciones en la prensa escrita (el diario El Tiempo, por ejemplo), en torno a la crisis y fraude habido en el Salón por haber descartado a “los maestros” que tradicionalmente recibían premios —Alejandro Obregón (1920-92), en especial—, la crítica argentina de arte, radicada en Colombia, Marta Traba (1923–83), lideró desde su columna en la revista La Nueva Prensa una defensa a ultranza de las propuestas artísticas ganadoras del Salón, las cuales, a su juicio, renovaban el panorama artístico del país. Precisamente el pronunciamiento del pintor Luciano Jaramillo (1938-84), en este artículo, expresa su crítica a la pintura premiada que, en su opinión, exalta “lo improvisado” en abierta oposición a la “verdadera pintura” de los así llamados “maestros”.Traba había definido a Jaramillo en los términos de un “pintor colérico” (véase “Jaramillo: pintura visible y audible”, doc. no. 1099276). En efecto, el expresionismo de su pintura se interpretó como algo tormentoso, violento y sombrío. Jaramillo reconoció la influencia del pintor Francis Bacon (1561-1626) por haberle mostrado cómo observar las cosas desde otro punto de vista. Después de su muerte, en 1984, se realizaron dos importantes retrospectivas: Luciano Jaramillo (1995) en el Museo de Arte Moderno de Bogotá y Luciano Jaramillo: otra mirada (1997) en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá.