El prefacio de la exposición Gráfica Contemporánea de la República Democrática Alemana (1982) constituye una clara demostración de los nexos culturales entre algunos artistas colombianos con embajadas de países del bloque socialista: en particular con Cuba, la RDA y Checoslovaquia (actualmente, República Checa y Eslovaquia). Tales contactos permitieron la realización de eventos artísticos como el señalado por el documento.
Esta muestra fue una iniciativa conjunta entre la Unión de Artistas Plásticos de la República Democrática Alemana, el Centro de Exposiciones de Arte de la República Democrática Alemana, la Corporación Prográfica de Cali y el Museo de Arte Moderno La Tertulia de Cali; todo ello en el marco de convenios bilaterales que permitieron la divulgación y comercialización de obra gráfica entre Europa y Latinoamérica.
En el año de la exposición, la Corporación Prográfica (1977−87) —dedicada a la impresión de portafolios de grabados— consolidaba una trayectoria como taller de grabado por las relaciones internacionales establecidas por su director, el pintor y grabador Pedro Alcántara Herrán (nac. 1942), un reconocido militante de izquierda. Prográfica compartía las causas políticas socialistas que se vislumbran en la obra de algunos artistas alemanes; en particular, los temas relacionados con el contexto socio-político de la dictadura militar en Chile y la ocupación de Palestina.
La ciudad de Cali lideró el auge de la gráfica en Colombia. Desde los años sesenta allí fueron promocionados algunos eventos de dibujo y grabado de carácter continental (véase “I Bienal Americana de Artes Gráficas” [doc. no. 1075853]). El acicate fueron los talleres de grabado del Museo de Arte Moderno La Tertulia y la Corporación Prográfica, estrechándose vínculos con artistas latinoamericanos a partir de la elaboración de carpetas de grabados. En el caso de Prográfica, además de promover convenios internacionales que permitieron la circulación de obras de artistas colombianos en países socialistas (como fue el caso de la exposición Intergrafik de Berlín Oriental), ofrecía, también, precios accesibles para la impresión de grabados que competían en el mercado de la gráfica latinoamericana.
Además del presente texto, en el catálogo se publicó una “Introducción” escrita por la Corporación Prográfica y otro “A modo de prefacio” por la investigadora alemana Christa Kuhne.