En los años sesenta, la ciudad de Cali era una ciudad paradigmática en Colombia no solo por la realización de eventos culturales internacionales sino por eventos alternativos como el Festival de Arte de Vanguardia —organizado por el grupo nadaísta— de gran recordación por los artistas e intelectuales de esa generación.
El grupo —conformado por los escritores Gonzalo Arango (1931-76), Jotamario Arbeláez (n. 1940), Elmo Valencia (n. 1926) y el artista Pedro Alcántara (n. 1942), con la complicidad de Jesús Ordóñez, dueño de la Librería Nacional— desafió, con humor e ironía, al Festival de Arte de Cali (denominado el Festival oficial). Lo hizo al realizar, simultáneamente y como respuesta contracultural, el Festival de Arte de Vanguardia de 1965 a 1969; de ese modo, el nadaísmo cumplió un papel protagónico al promover una postura irreverente, contestaria y anti-oficialista. Este documento es el único vestigio del evento que se ha encontrado hasta el momento; es conservado, en la actualidad, por el artista Pedro Alcántara Herrán.
En ese momento, el escritor Gonzalo Arango promovió una gran polémica contra la academia y la orientación del concurso Essode novela; por lo tanto, su conferencia “El streap-tease de lo prohibido” en la noche de inauguración resultó siendo, según el autor, una confesión anti literaria.
El crítico y curador de arte Miguel González señala que, en los festivales de arte de vanguardia y a la par con el teatro del absurdo, se realizaron los primeros happenings; esto es, acciones como la de dos jóvenes y provocadores artistas (Alcántara y Mejía) en la Galería de Arte “La Nacional”. Pintaron a dos manos frente al público que asistía a la inauguración del Festival, la famosa “conferencia pintada” —inmensa tela de tema erótico— cuyo gesto fue catalogado por el historiador del arte Álvaro Medina (n. 1942) como “febril subjetivismo” y “excitación juvenil” al convertir el “desgarramiento interior” en espectáculo [véase de Pedro Alcántara, “Plástica combativa”, 1078566]. El “Programa-acción” de ese primer festival incluyó montajes teatrales de Santiago García; lectura de poemas de Eduardo Escobar; películas de Sergei Eisenstein y Robert Wiene, proyectadas por el cine clubista Jaime Vásquez; y las siguientes conferencias: “La cultura de la incultura en Colombia” por Marta Traba; “El nadaísmo a la luz de las explosiones” de Jotamario [Arbeláez] y la presentación de Elmo Valencia, quien acompañó su conferencia con música electrónica. El Festival se clausuró el 1 de julio de 1965 con una mesa redonda bajo el título de “Consejo de guerra verbal al arte contemporáneo” que reunió a Gonzalo Arango, Elmo Valencia, Jotamario, Norman Mejía, Eduardo Escobar, Pedro Alcántara y el director de teatro Santiago García (n. 1928).