Este prólogo, escrito bajo el aura de mayo de 1968, momento clave de la historia contemporánea, sienta de forma excepcional en el meollo del arte colombiano la posición sobre la relación entre homosexualidad y arte por parte del político liberal Alfonso López Michelsen (1913-2007) —el entonces gobernador del Departamento del Cesar y futuro presidente de Colombia (1974-78).
El artista colombiano Pedro Restrepo Peláez, autor del libro El homosexualismo en el arte actual, plantea —con un incuestionable sesgo machista— un análisis reductor sobre el papel de las mujeres y los homosexuales en el arte y cultura colombiana de la década del sesenta; época marcada por las contiendas políticas del Frente Nacional (1957-74), un período de alternancia del poder entre liberales y conservadores en Colombia. En estos años se registró el ascenso en el país de numerosos galeristas, críticos, historiadores y artistas abiertamente homosexuales, los cuales, sin duda, dominaron el panorama artístico del país: desde Luis Caballero y Lorenzo Jaramillo hasta Enrique Grau entre muchos otros.
En ese sentido, tanto el autor del prólogo como el del libro culpan a la presencia homosexual de la búsqueda de “novedades” y “extravagancias” en el arte del país. Aunque Restrepo no ejerza un juicio moral ni ético sobre la condición homosexual en sí misma, como señala López Michelsen, vale la pena reconocer que está señalando a grupos de artistas homosexuales como los culpables de ciertos fenómenos de la plástica de posguerra que ambos autores juzgan como “funestos”. Tales fenómenos suelen ser identificados por ambos (sin el mayor análisis en juego) como “frivolidad” o “decorativismo exacerbado”.
Sin duda, ya sea el prólogo de López Michelsen o bien los capítulos siguientes de Restrepo Peláez son el único acercamiento en la historia del arte colombiano del siglo XX, hasta ahora conocido, sobre el papel de los homosexuales en el campo del arte en el país.