Este documento es importante porque trae a la luz que, al igual que la mayoría de la población, los artistas e intelectuales apoyaron al General Gustavo Rojas Pinilla (1953–57) al inicio de su mandato porque se presentaba como una solución a muchos de los problemas que sufría el país. La Asociación de Escritores y Artistas de Colombia (AEAC) se fundó en abril de 1954 bajo la iniciativa de Otto Morales Benítez con la participación de varios intelectuales: el escritor Eduardo Zalamea Borda (1907–1963), el periodista, escritor, político y académico Jaime Posada Díaz (nac. 1926) (1), Abelardo Forero Benavides (2) (1912?2003) y Fernando Charry Lara (1920–2004). Entre sus directivos, durante la década de los cincuenta, se destacaron los artistas Ignacio Gómez Jaramillo (1910–1970) y Judith Márquez Montoya (1925–1994).
Esta entidad tuvo bastante participación en el medio del arte a lo largo de su existencia, con el apoyo de sedes regionales en las principales ciudades de Colombia. Propendía por la consolidación de eventos y políticas culturales que fomentaran la obra de escritores y artistas. Durante la presidencia de Laureano Gómez y Roberto Urdaneta Arbeláez (1950–53), los eventos artísticos contaron con escaso apoyo, constantemente bajo la sospecha de estar sesgados por su proyecto político reaccionario. La AEAC se fundó para subsanar el olvido que muchos escritores y artistas sentían por parte del Estado colombiano. Bajo la coyuntura del golpe de estado del General Gustavo Rojas Pinilla (10 de mayo de 1953), el nuevo régimen presentaba propuestas que armonizaban con los intereses de la Asociación.
Cuatro años después, al finalizar la dictadura (10 de mayo de 1957), muchos artistas realizaron obras donde se condenaban los abusos cometidos por el régimen.