Conversación entre la curadora Ruth Auerbach y el artista venezolano Eugenio Espinoza (n. 1950) a raíz de la muestra individual Paramount Pictures (Caracas: Galería Sotavento, 1989), Tuvo lugar en la Galería Sotavento, propiedad de Auerbach y de la también curadora Zuleiva Vivas; la cual, durante la década de ochenta, cumplió importante labor de difusión y estudio sobre el arte contemporáneo en Venezuela. El presente texto constituye un testimonio de primera fuente que aporta claves precisas para la comprensión de la obra de Espinoza, uno de los maestros de la generación de setenta en el país, vinculado al lenguaje conceptualista. Aquí, Espinoza define su obra, por motivaciones e intereses; esto contradice en cierta forma —dicho sea de paso, aunque no explícitamente— ciertas opiniones de la crítica sobre su trabajo e influencias. El artista afirma: “yo nunca quise ser pintor expresionista abstracto”, recordando que, después de 1972 hizo tachones, arte conceptual, polaroid e instalaciones. Ante la pregunta de Auerbach sobre qué prevalece en su obra (si la pintura o el concepto), Espinoza manifiesta su deseo de alejarse, cada vez más, de la “pintura hecha a mano” procurando con ello construir la obra mentalmente; esto es, crear concepto.
Espinoza es igualmente preciso en lo referente a sus influencias citando a los norteamericanos Jasper Johns y Frank Stella; del mismo modo, niega que la utilización de la cuadrícula (elemento característico de su trabajo) se deba a Kazmir Malevich o a Piet Mondrian. He aquí uno de los aportes más interesantes de este documento (datado en 1989); en principio, las ideas de Espinoza sobre la autoría o la apropiación, una de las reflexiones éticas, estéticas y formales que más atañen a su hacer artístico. Espinoza se refiere a la cuadrícula como objeto anónimo, como forma simbólica que pertenece al inconsciente; no es propiedad de nadie; nadie la inventó, ha existido siempre y no tiene dueño.
En referencia a los títulos de sus obras, Espinoza señala que están formados por palabras urbanas que, como la cuadrícula, pertenecen al inconsciente y a la cultura popular.