Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
A principios de los años sesenta, el artista uruguayo Jorge Caraballo (1941-2014) trabajó en arte cinético, interesado en aquellas propuestas estéticas que incorporaran la interacción del espectador. Hacia el final de esa década y principios de los setenta, forma parte de la escena del arte conceptual uruguayo, integrada por Haroldo González (n. 1941), Clemente Padín (n. 1939) y Teresa Vila (1931-2009). Todos ellos en un contexto de extrema porosidad entre diversos ámbitos: artes visuales, el teatro independiente, la poesía, la gráfica de prensa escrita y la producción artesanal.
A través de prácticas no tradicionales como los audiovisuales —generalmente shows de diapositivas, instalaciones, la poesía visual, libros de artista, y especialmente el arte- correo—, estos artistas configuraron una red de intercambios con artistas europeos, estadounidenses y latinoamericanos. Con el inicio de la dictadura militar en Uruguay (1973-85), estas conexiones excedieron lo artístico para convertirse en un medio para denunciar el Terrorismo de Estado que se ejercía sobre la población civil. Una problemática que pronto abarcaría a todo el cono Sur a través de la llamada Operación Cóndor, bajo el comando de la CIA norteamericana.
La violencia contra la libertad de expresión y asociación, la censura política y la represión (vigilancia permanente, persecución, exilio forzado y desapariciones) se volvieron el tema central en la obra de Caraballo, tal como lo muestran la imagen y el texto con que se anuncia su presentación en Buenos Aires, a solo meses del inicio de la dictadura uruguaya, y pocos días después del golpe que derrocó al gobierno democrático del presidente Salvador Allende en Chile (11 de septiembre de 1973). Causar un impacto en el público que altere su comportamiento se enuncia como la finalidad última de las acciones.